El impacto que las innovaciones tecnológicas están causando a día de hoy en todos los ámbitos está transformando los negocios en digitales. Esto supone una ampliación que va más allá de nuestro negocio y, por supuesto, mas allá de las costumbres que teníamos hasta ahora en la llevanza de nuestras gestiones. Ninguna empresa, grande o pequeña, independientemente del sector al que se dedique, se libra de adaptarse a la era digital.
El auge de las nuevas tecnologías está modificando nuestros modelos productivos y la forma de relacionarnos con nuestros clientes. Para lograr llegar al nivel de competitividad actual y ser ágiles debemos adaptarnos al medio.
La sociedad, en general, ya hace tiempo que ha sucumbido a la transformación digital, de manera que si una persona quiere divorciarse, buscará por internet para saber cuáles son los pasos a seguir, y a través de la generación de contenidos en blogs y redes sociales, contactará con un abogado. La gente ahora ya hace su declaración de la renta por internet y nosotros ya nos estamos defendiendo a diario con LEXNET (esto último mejor o peor), pero ¿somos ya conscientes del adelanto que supone ser capaces de aprovechar las herramientas que tenemos a nuestro alcance para ser más competitivos?
Hace bien poco, www.abogacia.es publicaba un artículo sobre la transformación digital y la internacionalización, como grandes retos de los bufetes para los próximos dos años. En este articulo se decía que, la transformación digital es el reto más importante de las firmas (16%), tanto según la opinión de abogados externos como internos, además de consultores y otros perfiles del mundo jurídico como abogados del Estado, notarios, registradores o magistrados. Esto nos quiere decir que por lo menos, ya deberíamos estar atentos porque los cambios son una realidad y se van sucediendo.
En nuestra profesión, como ya sabemos dependemos de dos factores fundamentales: conseguir clientes potenciales y la colaboración diaria tanto con otros profesiones, como administraciones públicas y nuestros propios clientes.
El Internet de las Cosas (IoT) está propiciando la innovación y nuevas oportunidades, ya que hasta ahora sólo nos habíamos centrado en buscar nuestro hueco en las redes sociales. IoT muestra un enorme potencial para las pequeñas y medianas empresas. Los dispositivos inteligentes y elementos de recopilación de datos pueden ayudarnos impulsando nuestra productividad, la satisfacción del cliente, la seguridad de la documentación y mucho más. En última instancia, una inversión en IoT ofrece potencial para el crecimiento de nuestro despacho y para agilizar los procesos existentes.
Ahora mismo, si queremos ser más eficaces en nuestro trabajo diario y más competitivos debemos buscar nuestro hueco dentro de los negocios digitales.
Las grandes firmas dentro de nuestro campo ya se han dado cuenta de las ventajas de la transformación digital. Los sensores y dispositivos digitales, están impulsando buenos resultados económicos y permitiendo nuevos modelos de negocio: Ahora podemos llegar en tiempo record a cualquier rincón del mundo.
La nube y las diferentes herramientas que existen en función de lo que queramos invertir en tecnología, representan una gran oportunidad y suponen ganar flexibilidad y agilidad y un ahorro en costes ofreciendo a nuestros clientes una imagen más moderna y actual. Abramos los ojos y no perdamos de vista los cambios que están sucediendo para estar al día dentro y fuera de nuestro ámbito porque las nuevas tecnologías son un factor clave para el emprendimiento.

ANAGSE Asociación de Abogados y Graduados Sociales Emprendedores
De capital mercantil, producción artesanal a capital industrial, producción a base de maquinas en gran escala, a capital financiero, uso de los tarjetas de crédito cheques, pagares a capital informático uso de la informática y los equipos digitales, la era de la información, el derecho de yus naturalista en base a las leyes naturales, las leyes malas no se cumplen, a positivismo jurídico, las leyes se cumplen buenas o malas, a la teoría tridimensional del derecho normas, hechos y valores, podemos concluir que el derecho y la sociedad está en crisis por cuanto los avances tecnológicos superan ampliamente al acomodo paralelo del derecho a esos avances tecnológicos, cada avance tecnológico debe de ir acompañado del reacomodo normativo respectivo, para evitarnos el caos y la profundización de las injusticias que se da con las tecnologías.